Corazón soluble
- vaterevista
- 1 feb 2019
- 1 Min. de lectura
JAFET R. CORTÉS
En el día el cielo llora y no sé si es de felicidad.
Mi corazón soluble se diluye tras las gotas
y la melancolía transforma mis ojos
en el mismo mar/ donde la salinidad
camina lentamente/ en su descenso paulatino rumbo al piso.
Los azulejos se tiñen de rojo/ de mar
la arena de mi cuerpo que antes era cristal
empieza a desvanecerse en el viento.
El papel de mis pestañas se quema
con el candor del ave que renace
desde el horizonte/ aquella apabullante
ave de fuego que consume la calma/ y atrae relámpagos.
Las hormigas activan su instinto de supervivencia
mientras el torrencial inunda el mundo/ mi mundo
se desploma como papel/ como arena/ como el gorrión
alicaído que da vida/ sin que nadie lo agradezca.
Licenciado en Derecho, analista político, pambolero, humanista, diletante de la escritura, trashumante. “Escribimos como método de presurizar lo que sentimos y aglutinarlo en un solo punto de la existencia; y también por supervivencia, buscando eternidad.”
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