MELISSA MONTAÑO PÉREZ
Había estado pensando desde la semana anterior acerca de qué podríamos hacer en nuestro primer domingo juntos; pensaba que podríamos levantarnos tarde, desayunar algo ligero. ¿Te gusta el cereal? Es mi desayuno de cajón porque lo sirvo en un vaso grande y me lo puedo llevar a la cama. Además, tenemos cinco cereales diferentes en la despensa, así que hay de donde escoger. Ya que en nuestro cuarto hay televisión, podemos desayunar mientras miramos alguna película, también tenemos un Bluray y un DVD conectados a la televisión. ¿Qué película te gustaría ver? Pienso que por ser domingo y antes del mediodía, deberíamos ver algo con trama ligera, quizás una película familiar o una comedia romántica. Después de desayunar y estar otro rato en cama, nos levantaremos y nos arreglaremos. Será un día soleado, usaremos atuendos frescos.
Creo que lo mejor es salir a comer para, ya sabes, “celebrar nuestro primer domingo juntos”. El otro día insistí bastante en saber cuál es tu estilo para vestir y es que necesitaba saberlo para poder elegir la ropa que usarás durante nuestra celebración. Creo que deberías usar la playera negra y el pantalón beige con cinturón negro que usaste para el viaje que realizaste con tu padre. Es un atuendo simbólico porque es el que vestías en aquella foto que me enviaste hace poco, la foto que me llevó a enamorarme de ti. Te veías muy bien, imponente, bastante serio, pero ese gesto fue lo que la convirtió en la imagen perfecta. No es ropa formal pero no planeo que vayamos a ningún restaurante elegante o que asistamos a algún evento al que sólo asista gente culta. Yo usaré un vestido casual azul marino con cuello polo y unos tenis blancos. ¿O tú qué opinas? ¿Debería llevar los mocasines blancos? Recogeré mi cabello.
No debemos perder mucho tiempo en la calle porque la pared tapizada de películas en nuestra sala me hace querer quedarme todo el día mirando muchas de éstas, así que después de comer, quizá podamos pasear un rato por la plaza, tomar un café y entonces volver a casa a tiempo para ver alguna película de la pared. Me encanta que nuestra casa esté diseñada para poder mirar la televisión estando en la sala, en el comedor o en la cocina, pero más me encanta que los DVD y los Bluray estén acomodados por temática; las que tratan sobre la mafia han formado una hilera de color negro arriba de la pantalla de 50 pulgadas, de pared a pared. Siempre supe que cuando tuviera mi propia casa me encargaría de tener una pantalla gigante en una sala, sin ventanas para que la luz natural no se reflejara en la televisión. Afortunadamente, para no quedarnos sin esta luz que también me encanta, el arquitecto colocó un ventanal del techo al piso en el comedor. Ingenioso.
Antes de volver a casa, mientras estemos en la plaza, mientras caminemos tomados de la mano, algún conocido nos encontrará y nos saludará con un abrazo a cada uno; se alegrará de vernos juntos y para sí mismo recordará cuando le conté sobre ti y cómo en aquel entonces no pensó que yo lograría estar a tu lado. Luego de una breve charla nos alejaremos y aquel conocido nos verá, verá que intentas tomar otra vez mi mano pero yo preferiré que caminemos abrazados, así que tomaré tu brazo y lo haré caer sobre mi hombro mientras yo rodeo tu cintura con el mío. Será una imagen tierna en la que yo no rebaso tu hombro porque eres bastante alto, así que podrá decirse que tú, al ser más grande que yo, eres mi protector. Tú me cuidarás y en tus brazos estaré a salvo. No habrá otro lugar en el que quiera estar, ni habrá otro hombre al que desee abrazar mientras camino. Nunca me lamentaré por nada que tenga que ver contigo.
Finalmente volveremos a casa y tomaremos las bolsas de frituras que compramos cuando armamos nuestra primera despensa; las serviremos en un tazón, serviremos Pepsi en nuestros vasos, yo, en mi lata que tiene grabado el nombre de mi película favorita al lado del protagonista. Nos acomodaremos en el sillón más grande de la sala y veremos alguna película de Riddick, porque son las que más te gustan. Quizás alguna de Star Wars también. Cuando la comida chatarra se haya terminado, nos acostaremos en el sillón y acariciaré tus pies con mis pies y esa será la caricia de complicidad con la que ambos pactaremos una confianza plena, la cual nos acompañará desde ese primer domingo hasta el último que vivamos juntos. También será nuestra caricia de trasgresión a ese pasado tortuoso que nos mantuvo alejados durante mucho tiempo, tú en un país y yo en otro, esperando por el momento para al fin conocernos en persona.
Éste es el plan que he estado pensando para pasar nuestro primer domingo juntos, lo he armado contemplando todo tipo de detalles; no sé qué te parezca. Podemos modificar lo que sea necesario para que sea un plan que a ti también te satisfaga completamente. ¿Qué te parece si lo piensas y me das tu opinión después? No te apresures, tenemos mucho tiempo para planear este día y muchos más. También puedes proponer otros planes, quizás un viaje a otra ciudad, ir a los bolos como te gusta, tomar esas clases para aprender a disparar de las que me hablaste anoche, lo que tú quieras. Tus ideas también me gustan mucho. Así que piénsalo, inventa algo y todo lo que hayas ideado, me lo cuentas cuando nos conozcamos en persona.
Nació en Xalapa, Veracruz el 30 de abril de 1995. Es Licenciada en Lengua y Literatura Hispánicas por la Universidad Veracruzana (UV); sus trabajos de investigación están principalmente encaminados en el área de la lingüística. Ha colaborado como reportera y correctora de estilo en el Departamento de Prensa de la UV, y como columnista para el periódico El Dictamen. Trabajó como asistente ejecutiva para Difusión Cultural UV y también ha colaborado como guionista para obras de teatro presentadas en congresos nacionales y como escritora para diversas publicaciones juveniles.
Se dedica principalmente a la corrección de estilo de manera independiente, colaborando con editoriales fuera del estado, medios impresos de divulgación artística y organizaciones gubernamentales e internacionales como la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito, con la que colaboró como correctora de estilo en el marco del Día Mundial contra la Trata de Personas.
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