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El club de los incompetentes

  • vaterevista
  • 21 jun 2019
  • 3 Min. de lectura

ISAURA OCAÑA


Bienvenidos al club de los incompetentes. Lo primero que debes saber sobre la entrada al club es que sólo existe una regla y, al entrar, no hay vuelta atrás. Te advierto que no es para cualquiera y si eres de aquellos cuyo espíritu se alimenta aún de ilusiones, lo mejor es que te apartes de inmediato o podrías salir lastimado, y no me refiero a una herida cualquiera, hablo de la destrucción de tus ideales. Este club es para quienes ya están rotos por dentro, para quienes no creen en nada y, más que eso, es para aquellos que saben que no valen nada.


Ahora que recuerdo, aún no he dicho la única regla del club. El único requisito del club de los incompetentes es saber que no vales nada y nunca lo harás, si estás seguro de eso, no necesitas más que seguir las siguientes instrucciones para saberte parte de nosotros, los incompetentes. Tienes que estar plenamente seguro antes de continuar con esto, porque sin un espíritu quebrantado es imposible que puedas continuar. No debes dejar que las quimeras de un gran futuro inunden tu mente y, si lo piensas bien, aquello que no podemos saber a ciencia cierta no es real. Lo cierto es que nada de lo que sabes lo es y esto me lleva a la primera recomendación.


Cada mañana al despertar debes mirar al rostro del espejo y debes pedirle inútilmente que no espere nada de su vida, seguirá esperando algo que posiblemente no llegue y pronto entenderás que necesitas práctica. Debes repetirlo cada día con más decisión o, de lo contrario, no servirá. La mayoría de los que tratan de ingresar pierden en esta primera fase y los demás se quedan estancados en la segunda de las tres fases para ser miembros activos de este club. Me parece que debo darte la segunda instrucción.


Aléjate de todo aquello que más quieres o deseas, tanto tú como yo sabemos que no lo mereces y probablemente termine siendo algo que te preocupará perder. Ojo, esto incluye: amigos, familia, mascotas, objetos con algún valor sentimental o pasatiempos inútiles. Debes convencerte de que todo es demasiado para ti y sabes que es verdad, lo que buscas no lo encontrarás mirando lo demás. Tienes que encontrar alguna valía en ti mismo, que no implique relacionarte con lo que te rodea, y eso no es posible; es cuando comienzas a darte cuenta que estás a punto de convertirte en un incompetente, casi miembro de nuestro club. Llegados a este punto, probablemente quedes tú o no quede ninguno y es el momento de la tercera y última indicación.


No pierdas el tiempo haciendo algo por ti, ya sabemos que eso no cambiará tu soledad y tampoco terminará con las infructuosas lágrimas que derramas por la noche al sentirte incomprendido e insignificante. Es seguro que no aguantas nada, pero si tu falta de existencia pesa tanto como para no soportarla, lo más recomendable es abandonar este camino, y si aún puedes seguir, sabiendo que nada queda por hacer aparte de ser nada, bienvenido al club. Sólo yo he conseguido graduarme, pero se buscan nuevos afiliados porque después de un rato, ser el único incompetente, se vuelve tedioso y cansado.


Estudiante de la licenciatura en Lengua y Literatura Hispánicas de la Universidad Veracruzana y cuenta con carrera técnica en Contabilidad. Es originaria de Xalapa, Veracruz; vive en la ciudad desde su nacimiento. Protagonizó la obra de teatro “Ciahuameztli Nenequi Icihuca” (“La Señora Luna sigue caminando”), monólogo escrito por Ana Iris Nolasco, el cual se presentó el 08 de marzo de 2016. Escribió guion para TeleUV y participó en la realización del Spot de la FILU 2018.

Es apasionada por las artes; la lectura y la escritura la han acompañado a lo largo de su vida. Escribe teatro, cuento y ensayo.

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