top of page
Buscar
vaterevista

La carta

ISAURA OCAÑA


Ella abrió los ojos recostada en su cama, llevaba horas durmiendo y no lograba descansar ni un poco, se percató de que frente a su rostro se encontraba una hoja de papel doblada, parecía una carta. Se levantó sobre su cama y talló sus ojos lagañosos, suspiró profundamente. El aire que respiraba era un grito de auxilio no pronunciado por la joven y llenaba la habitación de una profunda sensación de ausencia. La joven tomó la carta y leyó:


A la chica de ojos tristes y sonrisa apagada:

Lamento estar presenciando lo que es la decadencia de quién decidiste ser, no puedo soportar más estar aquí para destruirte y debo desaparecer para que puedas crecer. Sé que no me has podido perdonar por permitirle al falso amor de tu vida romper tus esperanzas y sueños, sé que él puede haber ayudado a convertirte en el cúmulo de nervios e insatisfacción que eres ahora. Lo siento.


Diste una dura pelea y ahora que te encuentro tirada en la cama, reconozco que la culpa es mía, pero también tuya. Cediste ante mí, aunque tampoco te la puse fácil y te vi llorar tantas veces en tu cuarto, llorabas por nosotras, porque siempre te recordaba lo insignificante que eras. No sé cómo llegamos a este extremo, pero me preocupa y me siento culpable por lo que estás pensando hacer. Por eso necesito alejarme de ti, aunque no garantizo que sea para siempre y a pesar de que sabes que debo volver, es mejor no vernos.


No puedo retirar las ofensas que lancé en contra tuya, menos puedo borrar todas esas noches de insomnio y lágrimas que ocurrieron por nuestra causa, pero necesito que vivas para poder existir. Lo único que puedo ofrecerte para curarte es espacio y tiempo, sólo el suficiente para que podamos coexistir. Espero que esto funcione para que dejes de pensar en la muerte como una solución a la tristeza que llevas cargando durante todo este tiempo, y debes soltar mi agarre para que pueda partir, por el bien de ambas.


Mandaré como remplazo a Confianza, sé que ella sabrá ayudarte y será una mejor compañía que yo. Volveré cuando sea necesaria en tu vida y no me llames, no me busques, porque si lo haces será nuestro fin. En este momento, me iré para que puedas ser feliz y cuando regrese, tengo la esperanza de remediar todo el malentendido que hubo entre ambas.


Hasta pronto.


Inseguridad


La joven miró por toda la habitación, pero Inseguridad se había ido y no sabía cuándo se verían las caras nuevamente. La llamó varias veces, pero no respondió y eso la tumbó sobre su cama una vez más. Decidió esperar la llegada de Confianza. Probablemente tardaría en llegar, era un camino muy largo hasta ahí y era cuestión de esperar.


 

Estudiante de la licenciatura en Lengua y Literatura Hispánicas de la Universidad Veracruzana y cuenta con carrera técnica en Contabilidad. Es originaria de Xalapa, Veracruz; vive en la ciudad desde su nacimiento. Protagonizó la obra de teatro “Ciahuameztli Nenequi Icihuca” (“La Señora Luna sigue caminando”), monólogo escrito por Ana Iris Nolasco, el cual se presentó el 08 de marzo de 2016. Escribió guion para TeleUV y participó en la realización del Spot de la FILU 2018.

Es apasionada por las artes; la lectura y la escritura la han acompañado a lo largo de su vida. Escribe teatro, cuento y ensayo.

11 visualizaciones0 comentarios

Entradas Recientes

Ver todo

Comments


bottom of page