MARÍA FERNANDA DURÁN SILICEO
Su voz; vehemente y profunda, erguirá sobre lo abismal, atravesando la carencia: ¿Conoces el planeta que delante de ti he puesto, exclusivamente para maravillar tus ojos? ¿Testaste los manjares que puse para tu deleite? ¿Cultivaste ya tu alma, espíritu y mente? ¿Has sido digno de la obra de arte que para ti construí?
¿Comenzaste ya a vivir?
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