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vaterevista

Querida

FRIDA RODRÍGUEZ


Hoy amanecí sin los buenos días,


Sin abrazo,


Sin cobija.


Empapada en sudor.



Amanecí sin café y sin leche,


Sólo té y pan rancio.


Ambos improvisados.



Querida, amanecí sin abanicos monarcas,


Abanicos quetzales, abanicos colibrí.


Amanecí en la ausencia de manantiales,


De tatuajes y veredas.


Amanecí sin piernas de mangle.



Humano es locura,


Poder y abundancia;


Abanicos de carcajadas y tormentas;


Abanicos de colores;


Abanicos de polvo, arrebatos y riñas;


Arrebatos de vida.



El silencio es un cincel en los huesos;


La llanura, un manicomio.



Querida: somos beodos


Y avaros.


Tienes una larga historia


De la cual, quizás, desaparezcamos.



Déjanos caminar por ahora en tus remiendos,


Como en cuerdas flojas,


Y si caemos, caeremos en tu risa,


Caeremos en tus labios


Y ojos pispiretos.



Caeremos como carroña,


Mientras tú sigues


siendo tan resiliente como siempre.


 

Bióloga con 24 años de edad. Se considera amante vívida de la poesía desde hace ya 10 años, siendo principalmente seguidora del trabajo literario de amistades, así como de autorías locales. Ha publicado poemas en varios suplementos culturales de Xalapa, Veracruz y la Ciudad de Puebla. Asimismo, dada su carrera, ha tenido distintas oportunidades de realizar publicaciones en prosa.

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