MARÍA INÉS FLORES NACHÓN
Cuéntamelo otra vez, una y otra vez. Hazme recordar y descríbemelo como si fuera una pintura. Llévame de nuevo al parque donde fue su primer beso, platícame de nuevo cómo es que la noche de diciembre los empapó con su neblina mientras se despedían. Dilo, una y otra vez hasta que logres superarlo, como si fuese un cuento que te sabes al derecho y al revés. Cuéntamelo otra vez y cámbialo cada vez, confúndeme con cada detalle distorsionado entre vueltas. Conviértelo en algo repetitivo, como las oraciones en las iglesias, como las letras en un abecedario, inclúyele un ritmo hasta que pierda su sentido. Dame otra vez la idea de que dejó de importarte, que se ha vuelto una leyenda. Déjame con la idea de que es sólo tu pasado. Repítemelo, esta vez sin que se te quiebre la voz y la próxima sin sudar, hasta que llegue el momento en el que dejes de temblar. Para que cuando se la cuentes a ella, no tengas que titubear y olvídate de mí, porque como entenderás yo soy historia, de esas que están condenadas a repetirse, de esas que empiezan siendo sueños, se convierten en pesadilla y mientras más se repita pierde su importancia.
Vamos, dímelo de nuevo, repítelo frente al espejo, recítalo en tu mente, y apréndetelo de memoria, como si fuera una efeméride. Verás que llegará un momento que será como si nada, hasta que se apaguen las luces y te condenará la respuesta, y no podrás engañarte, y así como una profecía, como dice la canción, te llamarás cobarde como lo hago yo.
Había un gato con los pies de trapo y los ojos al revés, ¿quieres que te lo cuente otra vez? Sí.
Había un gato con los pies de trapo y los ojos al revés, ¿quieres que te lo cuente otra vez? No.
Había un gato con los pies de trapo y los ojos al revés, ¿quieres que te lo cuente otra vez? ¿Por qué me lo cuentas otra vez?
Había un gato con los pies de trapo y los ojos al revés, ¿quieres que te lo cuente otra vez?
Comments