Vernácula
- vaterevista
- 1 feb 2019
- 1 Min. de lectura
FRIDA RODRÍGUEZ
Llega a casa agotada.
Se desploma un costal de arena
Sobre un costal de pluma
Y dicen que uno nunca pisa el mismo río,
Pero muchas veces, se pisa la misma roca;
El mismo sedimento, con la misma sed
de nosotros mismos.
La arena sale del costal,
Y no hay más que monotonía
En la misma estructura vernácula
Mira la misma pintura, dorada,
Sobre el mismo tapiz,
Sobre el mismo cemento
Decide caminar un rato
Sobre el camino de los fresnos danzantes;
Ahí donde aparece, de pronto,
Un cíclope, buzo antiguo,
De cuyo ojo humean los sesos
No es que tenga voluntad en demasía,
Pero huye a esa casa
De cantera rosa y camellos
Por fuera, unas letras tenues
Y el petricor celeste de una jardinera,
Indican que uno es bienvenido.
Dentro, percibe en sus bolsillos
Unas manos; y en sus propias manos,
La agradecida tinta de un mendigo.
Bióloga con 24 años de edad. Se considera amante vívida de la poesía desde hace ya 10 años, siendo principalmente seguidora del trabajo literario de amistades, así como de autorías locales. Ha publicado poemas en varios suplementos culturales de Xalapa, Veracruz y la Ciudad de Puebla. Asimismo, dada su carrera, ha tenido distintas oportunidades de realizar publicaciones en prosa.
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