LUPITA MIRÓN
“El amor es una actividad, no un afecto pasivo: es un estar continuando, no un súbito arranque. En el sentido más general, puede describirse el carácter activo del amor afirmando que amar es fundamentalmente dar, no recibir.”
– Erich Fromm, El arte de amar
Pensar en el amor es como pensar en alguna pintura de Jackson Pollock: disparada con su estética, pero sólo con el sentido y significado de quién quiere dárselo. No todos lo entendemos y muchos creemos entender. No todos sabemos amar y muchos creemos que sabemos amar, luego parece que nadie sabe nada del tema y se pierde en sus propias ideas, pero lo que sí es un hecho es que amar es un arte y no todos somos artistas, podemos observar, pero no ejecutar.
..."Fromm detalla que el amor es un arte que requiere conocimiento y esfuerzo y, que va más allá del amor erótico, que por lo regular es lo primero en lo que la gente piensa cuando se habla de amor"...
Para desarrollar cualquier tipo de arte, se requiere un aprendizaje y una práctica previa. El arte de amar es una de las obras más influyentes del pensamiento contemporáneo en la cual Fromm desmenuza los tipos de amor, uno por uno, hasta dejarnos claro lo que sí es y lo que no es; aunque estoy de acuerdo en que el tema del amor – tanto su definición como su práctica – puede ser complejo y subjetivo para muchos, no está de más empaparnos de diferentes posturas y de una de las más importantes en este discurso: el amor y su desintegración en la sociedad occidental contemporánea.
El autor nos advierte que este libro no es un manual acerca del arte de amar, porque nadie nos puede enseñar a amar, pero sí tiene como objetivo demostrarnos que el amor no es un sentimiento fácil para nadie en sus diferentes casos. Es una idea general de lo que se debería entender por amor, algo muy oportuno porque nunca está de más tener un concepto tan completo y ejemplificado de lo que se tiene hasta el día de hoy, un concepto que muchos no terminan de entender y que llegan a confundir con costumbre o apego.
La mayoría de la gente cree en el amor como una sensación placentera, pero Fromm detalla que el amor es un arte que requiere conocimiento y esfuerzo y, que va más allá del amor erótico, que por lo regular es lo primero en lo que la gente piensa cuando se habla de amor, un error que considero, gravísimo. Y es que la definición de amor engloba tantas cosas que se queda pobre al relacionarlo únicamente con el eros, se queda tan pobre que el mismo Fromm critica a Freud por su concepto materialista del amor, del amor considerado básicamente un deseo sexual.
En Sullivan, por ejemplo, critica su idea de que amar es simplemente una colaboración de “dos personas que sienten”, a lo que Enrich denomina egotismo à deux, una situación en donde dos personas aman sus intereses frente a una sociedad enajenada. Así, el amor como una satisfacción sexual recíproca y el amor como un trabajo en equipo, llegan a constituir las formas “normales” de la desintegración del amor en la sociedad occidental contemporánea. Sin embargo, Erick Fromm no habla únicamente del amor de pareja, también del fraternal, del materno – que es fortísimo –, del personal, y para los creyentes, de Dios.
Como ya se dijo, la práctica del amor es una experiencia personal y no existen recetas. Es necesario ser puntual en que el amor no es algo pasajero y mecánico como en la sociedad actual se ha venido induciendo, como si la idea fueran pastillas para el dolor de cabeza y todos las compraran. Si queremos aprender a amar se tiene que hacer como si quisiéramos aprender cualquier arte: música, pintura, escritura, etc. porque para llegar a algo grande se debe estudiar en grande, y qué mejor que hacerlo con valor que suena sencillo, que está presente todos los días de nuestras vidas, lo único que hay que saber hacer es explotarlo, pulirlo y sacar lo mejor de él.
María Guadalupe Mirón, mexicana, de 22 años de edad y recién egresada de la Licenciatura en Comunicación. Cuenta con una pre especialidad en producción y dirección de medios, pero escribir y comunicar con la retórica siempre han sido su talón de Aquiles. Aunque, actualmente se dedica al social media management, ha colaborado como escritora con distintos portales, uno de ellos, Cultura Colectiva.
Posee un gusto culposo con lo relacionado al cine y las bellas artes porque siempre le han dado mucho de que hablar y ha aprendido mucho de ellas. Se inclina mucho por el guionismo cinematográfico, la fotografía y, no le pregunten por qué porque a veces la respuesta es muy larga, la cultura japonesa también.
Cree en Vate y, sin duda, cree que este es el espacio en dónde se puede opinar e informar de todo eso y mucho más. Es por ello que se une al grupo de profesionales que cuando les dan la palabra no la sueltan para expresarse y ser la voz de ideas.
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