JOSÉ SANTIAGO
“Transformar la realidad para escapar de la estupidez humana, a veces tiene más mérito, que vivir una vida entera tratando de cosechar hipocresías, sembrar en suelo estéril o intentar cambiar la opinión del otro.”
José Santiago
“Movimiento artístico y literario que surgió en Francia después de la Primera Guerra Mundial y que se inspira en las teorías psicoanalíticas para intentar reflejar el funcionamiento del subconsciente, dejando de lado cualquier tipo de control racional”
Los movimientos importantes, esos que revolucionan el pensamiento humano, y por ende, que destruyen los paradigmas establecidos, esos que revolucionan a una o varias generaciones, esos que arropan por un instante menor la fantasía de libertad; siempre han nacido en el seno de los desacuerdos, en la imposición sistémica, en el abuso del poder y sus mutilaciones posteriores, en esa necesidad de creer que el mundo, a pesar de todo, puede mejorar mirando a través de los ojos del artista. Sea cual sea su desempeño específico (pintores, poetas, escultores, músicos, escritores, entre otros), pueden hacer renacer lo aparentemente perdido y devolverle a sus próximos una esperanza infinita de la posibilidad misma.
La razón, a la que entiendo únicamente como herramienta y no como un proceso del pensamiento absolutista, ha sido usada para deformar, manipular y sugerir actos y condiciones erráticas. Ha logrado adoctrinar por medio de sus notables discursos “lógicos” al planeta entero, a ciudadanos, a Estados, a consumidores, a políticos, empresas y más, por medio de absurdos que al ser repetidos un sinfín de veces, concluyen o se transforman en una verdad totalizadora. La consecuencia es obvia: el tsunami de carreras administrativas que congelan el pensamiento crítico y la apertura a las posibilidades no racionales. Carreras en las que se encuentra con mayor facilidad a quien se alinee sin la menor resistencia. Las humanidades, en cambio, van desapareciendo de manera sutil y con apremiante velocidad, encuentran su estadía en el río del detrimento y se sugieren como pseudolabores profesionales.
“Yo llegué a NY, y me pidieron una definición de qué es el Surrealismo y Dalí dijo: El Surrealismo, soy yo; y era verdad”
Dalí
Es claro lo que se pretende, sólo los ciegos, son incapaces de discernirlo.
“Movimiento artístico y literario que surgió en Francia después de la Primera Guerra Mundial y que se inspira en las teorías psicoanalíticas para intentar reflejar el funcionamiento del subconsciente, dejando de lado cualquier tipo de control racional”
Así se define al Surrealismo, naciendo éste después de un conflicto mundial y cuyos antecedentes, son más longevos de lo que se piensa.
“Cuando el hombre quiso imitar la acción de andar, creó la rueda, que no se parece a una pierna. Del mismo modo ha creado, inconscientemente, el surrealismo... Después de todo, el escenario no se parece a la vida que representa más que una rueda a una pierna”
Las tetas de Tiresias (drama surrealista), en junio de 1917, Apollinaire
Las referencias y revelaciones son claras, distanciarse de la realidad pasiva, para envolverse en la actividad lúdica del pensamiento, al que yo llamo “pensamiento alternativo o desestructuración del hábito”.
Transformar el enfoque de lo destructivo, de lo abyecto, de lo vulgar cultural, social y contextual, en sugerencias arriesgadas y fenoménicas, exacerbando cada toque íntimo de la aparente realidad en escenarios coloridos, alternativos o desestructurados, haciendo de éste género uno que está en el suelo de la crítica, destacando, de un personaje o de una pintura, cientos de defectos o virtudes que al final se envuelven en paraísos fantásticos y llenos de vida imaginaria sin precedentes.
Así lo refería el propio Dalí: “No he tomado nunca ninguna droga, como ustedes saben. Ni alcohol, ni marihuana, nada, nada; más que agua mineral, es lo máximo que puedo tomar. Pero Dalí, es la droga, así que ustedes pueden…Tómenme, porque yo soy alucinógeno”
Esta referencia es la evidencia más contundente que permite al lector o espectador, entender que el canal de pensamiento está en un nivel de inteligencia, creatividad y permiso sobre la locura, mucho más elevado que el del pensamiento común y conservador. Esto lo convierte en antagonista de la razón, por lo tanto, en un ente fuera de los cabales exigidos, estandarizados y obligados en una sociedad primitiva y cómoda.
“Yo llegué a NY, y me pidieron una definición de qué es el Surrealismo y Dalí dijo: El Surrealismo, soy yo; y era verdad”
Dalí
La tendencia real en el mundo es eliminar el arte. Hoy se le mal llama “espectáculo”, cuando son dos cosas separadas. Las dos implican méritos y esfuerzo, pero no son lo mismo. Es como querer comparar la prostitución cínica de las televisoras para hacer artistas o mejor llamarlos productos con base en “acostones”, con quien de manera disciplinada monta un acto o escribe una novela o simplemente quiere hacer gimnasia. Son carreteras diferentes, con rumbos separados.
Hoy parece que nos hace falta crear una vez más y convertir movimientos artísticos en modas insoslayables y trascendentales con fuerza. Ya tenemos el botón de encendido, nos lo ha patrocinado el Gobierno Federal por décadas, así como el narcotráfico; ya vivimos en guerra, una de baja intensidad, por lo que es fácil confundirlo con daños colaterales; hemos vivido guerras cruentas contra estudiantes, contra niños, inmigrantes, ciudadanos de a pie, vivimos en un país de terror, de vigilancia diaria y de control. Entonces comencemos a reunir el valor para transformar una vez más la vulgar realidad, con relojes derritiéndose exigiendo no ser utilizado como arma, sino como tiempo, ese que es derecho de todos cuando la libertad propia, es más sólida que la dictadura académica y social.
José Sosa Márquez, también conocido como José Santiago, es un escritor, guionista y actor mexicano. Egresado de la Univerisdad Iberoamericana con la Licenciatura en Comunicación. Cursó talleres de dirección y producción cinematográfica en la Escuela de Cine y Televisión de San Antonio de los Baños, Cuba y tomó talleres de fotografía con el maestro Rafael Corkidi en México D.F.
Su carrera profesional es muy extensa, fungió como académico en la Universidad Iberoamericana Santa Fe (México D.F) e Ibero Puebla, en Universidad UVM, Puebla y en el Tecnológico de Monterrey, campus Puebla. Ha sido tallerista en la Vancouver Film School de Canadá.
Es ganador de premios nacionales e internacionales de cortometraje.
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