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Estar nominada es tu premio

Actualizado: 3 oct 2019


LUPITA MIRÓN

Pensar en la Roma de Alfonso Cuarón es pensar en la infancia. En todo lo que fue y nos sigue marcando porque, así como la de él, estoy segura que la de muchos ha estado permeada de muchas Libo, amores, familia y, sobretodo, drama.


Es impactante cómo Cuarón logra escribir y dirigir un guión que entró por nuestros ojos para llegar al corazón en aproximadamente quince minutos, desde el primer punto argumental; con la finalidad de quedarse toda la vida y sin puntos suspensivos, un logro, como diría Del Toro, “Titánico”. Es todavía más asombroso que, en toda la historia de los aclamados Premios de la Academia, sea un mexicano y específicamente Cuarón, quien tiene en la palma de la mano 10 nominaciones en las diferentes categorías por este largometraje que, sin duda, es de esos que por puro amor al arte te los llevas hasta a la almohada.


El trabajo de todo el equipo que hizo a Roma posible es brillante; desde el foquista hasta el productor, desde el tramoyista hasta el fotógrafo, desde el director hasta la protagonista. La protagonista puede tener mucha o poca experiencia, pero sigue sin saber qué hacer por no ser las de este genio – el director ­– , que te explica cómo, cuándo, dónde y por qué es así. Es aquí dónde urge empezar a hablar de Yalitza Aparicio, la actual nominada a Mejor Actriz en los Óscar, la actual ganadora de New Actress en los Hollywood Film Awards, la Cleo de la fantástica Roma, la portada de todas las revistas, el tema de los mexicanos, la burla de los ignorantes, la docente de Tlaxiaco que nunca se imaginó pisar el mismo suelo que Allen, Nolan, Anderson. La que se ganó mi corazón, y a quien se lo entregué.


No soy crítico de cine, sin embargo, comparto con muchos de ellos la postura –que por más física que suene, en realidad retumba en las ideas– de que Yalitza no es actriz y que estar nominada al Óscar como la mejor ya es un premio, su premio, y uno de los grandes. Se está romantizando a una Yalitza que aún no está a la altura de las actrices más preparadas y se debe tener cuidado con esto, porque el momento en el que el espectador crea un vínculo sentimental con el protagonista al sentirse identificado con el rol que interpreta, comienza a surgir una postura de favoritismo centrada en lo subjetivo y, en su mayoría, se convierte en una opinión carente de argumentos válidos.


No estoy diciendo que no deba aplaudirse lo que hizo en Roma y lo que podría seguir haciendo porque como ya dijo Cuarón: “Puede interpretar lo que se le pegue la gana” y no lo dudo, pero sí dudaría de la Academia al ver a Yalitza en el pódium quitándole la estatuilla a tres actrices más preparadas y con un largo recorrido filmográfico como Olivia Colman en The Favourite, a Melissa Ann McCarthy en Can you ever forgive me? o, a la muchas veces nominada en éste y años anteriores, Glenn Close con The Wife, a quien han considerado una de las mejores actrices de su generación y está entre las favoritas para ganar la estatuilla.


Y es que no por no estar de lado de la mexicana que ha pateado toda barrera y estereotipo – de quien me siento muy orgullosa porque es un pedazo de lo que soy y me representa ­– significa que no se le debe reconocer el esfuerzo, al contrario, simplemente no se compara con la brillantísima Colman, que para darle esencia a Queen Anne tuvo que subir LOS kilos y que con tanto sarcasmo y drama logró darle vida a una reina por la que Rachel Weisz y Emma Stone se pelean para ser su favorita; o como Glenn Close siendo Joan, la esposa muchas veces invisible pero considerada y fuerte que a pesar de todo y por amor, no deja que su matrimonio se consuma. Tanto Colman como Close han sabido llevar tan bien el mensaje que en un punto puedes sentirte tan triste o tan feliz, tan compasivo o tan desesperado, tan débil o tan fuerte como cada una en su papel. Es justo esto, lo que una actriz con años de experiencia y preparación puede lograr, algo que a Yalitza le falta pero que no está lejos de alcanzar.


En repetidas escenas hay una Cleo ausente. Hay minutos en dónde es muy orgánica pero hay otros que no sé si se le escaparon al director – y perdóname Cuarón porque con todo lo que haz hecho a lo largo de tu carrera parece que a ti no se te escapa ni el perro – o porque, como decimos popularmente los mexicanos: No se la compro. ¿A qué se debe? Principalmente al lenguaje corporal, que aunque parezca asombroso, comunica mucho más que el verbal. Toda expresión corporal es importante y debe realizarse de forma cuidadosa, de la cabeza a los pies, porque la manera en que cada mensaje es transmitido, aunque el canal sea distinto, es muy importante.


Con un poco más de experiencia, Yalitza nos volverá a cautivar y la sorpresa será mayor. Por el momento, no queda más que felicitar a todo el equipo de mexicanos que está poniendo en alto el nombre de un país que en los últimos años ha arrasado en las categorías más importantes en uno de los premios más cotizados y aclamados por la industria del cine internacional. Hay que ponerse de pie a aplaudirle a Yalitza por su talento, hay que aplaudirle a Cuarón por sus ideas pero, sobre todo, hay que aplaudirle a su equipo de producción por toda la magia, esa que nos transmitieron a México y al mundo en tan solo 135 minutos y que nos hicieron recordar la infancia con nostalgia pero por fortuna, con una sonrisa.


 

María Guadalupe Mirón, mexicana, de 22 años de edad y recién egresada de la Licenciatura en Comunicación. Cuenta con una pre especialidad en producción y dirección de medios, pero escribir y comunicar con la retórica siempre han sido su talón de Aquiles. Aunque, actualmente se dedica al social media management, ha colaborado como escritora con distintos portales, uno de ellos, Cultura Colectiva.

Posee un gusto culposo con lo relacionado al cine y las bellas artes porque siempre le han dado mucho de que hablar y ha aprendido mucho de ellas. Se inclina mucho por el guionismo cinematográfico, la fotografía y, no le pregunten por qué porque a veces la respuesta es muy larga, la cultura japonesa también.

Cree en Vate y, sin duda, cree que este es el espacio en dónde se puede opinar e informar de todo eso y mucho más. Es por ello que se une al grupo de profesionales que cuando les dan la palabra no la sueltan para expresarse y ser la voz de ideas.

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