LUPITA MIRÓN
Ilustración por Andrea García
Uno de los libros que me ha marcado y que siempre recomiendo es la Civilización del Espectáculo de Vargas Llosa. Es una fuerte crítica a cómo es que la civilización en realidad parece incivilizada. Aborda muchos temas que invitan a analizar los propios actos, desde el error de muchas veces preferir los Best Seller – que, no por ser best seller o el top 1 de alguna revista de renombre, significa que sean textos de calidad – hasta el crimen de no leer una nota policiaca sino la acompaña una foto sensacionalista.
A raíz de leer éste libro comencé a observar y a darme cuenta de que la mayoría de la gente, la mayoría de las veces, tiene una inclinación y demanda fortísima por consumir contenido basura, de poco análisis y muchas veces falso. Aunado a esto, pareciera que nada satisface al lector; todo critica y, lo que es peor, opina como si para todo hubiera algo que argumentar en temas que incluso le son desconocidos. Y el error no es opinar, todos somos libres de expresarnos ¿no es cierto? El verdadero error es no fundamentar lo que se dice y, entonces, empezar a crear una serie de juicios que no tienen congruencia y que si van de la mano de las redes sociales – a las que, sino sabes darles un buen uso, es una bala para la gente desequilibrada – puede ser el inicio de un cáncer virtual que no tiene cura y se propaga.
"Si la inconformidad es inquietud, y la inquietud es cuestionar, y cuestionar es obtener respuestas, y obtener respuestas detener la inconformidad, entonces hay que empezar por alimentar la curiosidad y saber en dónde la podemos saciar. Hay que conectar al cerebro con la inteligencia, la inteligencia con la lengua o, con el teclado"...
En la Civilización del Espectáculo, Vargas Llosa hace una crítica a los dispositivos móviles con internet, que hasta la fecha me sigo cuestionando si son una bendición o una maldición, porque a veces siento que sin internet no vivo, pero otras veces siento que con internet me muero. Este es el espacio en donde cada quien se cuelga el letrero de “Líder de opinión” con la misma facilidad con la que puedo chasquear los dedos. Este es el lugar dónde quien tiene el mayor número de seguidores sin ser un experto en opinión, debería tener cuidado y considerar lo que está a punto de decir. Aquí, es donde leer una nota completa es muy importante, porque los encabezados mienten y quien lee falsos encabezados hoy en día y se queda con ello por no seguir indagando más, está cavando su propia tumba en donde al entierro no llegan flores, pero sí una serie de críticas que aluden a la ignorancia.
Si estás inconforme con un tema y quieres opinar, tienes que buscar e informarte. Es apremiante que se deje de hablar por hablar, de criticar por criticar, de opinar por opinar. Es urgente que nos demos cuenta que al estar un tema de moda, no se puede participar activamente sin saber, porque entonces, creamos una cadena que va embonada al fracaso personal en esta sociedad tan tristemente aborregada que sigue la postura popular, aunque muchas veces ni siquiera es la correcta. Si queremos evolucionar tenemos que empezar por educarnos con sitios en donde sí. En donde sí podamos cultivar nuestro criterio, en donde sí podamos crecer en cuanto a opinión, en donde sí nos informemos. Hay que dejar de caminar como cangrejos y empezar a caminar como los sapiens que se supone que somos.
Si la inconformidad es inquietud, y la inquietud es cuestionar, y cuestionar es obtener respuestas, y obtener respuestas detener la inconformidad, entonces hay que empezar por alimentar la curiosidad y saber en dónde la podemos saciar. Hay que conectar al cerebro con la inteligencia, la inteligencia con la lengua o, con el teclado, que actualmente tiene un enorme poder para condenar, alabar, vivir o sepultar.
María Guadalupe Mirón, mexicana, de 22 años de edad y recién egresada de la Licenciatura en Comunicación. Cuenta con una pre especialidad en producción y dirección de medios, pero escribir y comunicar con la retórica siempre han sido su talón de Aquiles. Aunque, actualmente se dedica al social media management, ha colaborado como escritora con distintos portales, uno de ellos, Cultura Colectiva.
Posee un gusto culposo con lo relacionado al cine y las bellas artes porque siempre le han dado mucho de que hablar y ha aprendido mucho de ellas. Se inclina mucho por el guionismo cinematográfico, la fotografía y, no le pregunten por qué porque a veces la respuesta es muy larga, la cultura japonesa también.
Cree en Vate y, sin duda, cree que este es el espacio en dónde se puede opinar e informar de todo eso y mucho más. Es por ello que se une al grupo de profesionales que cuando les dan la palabra no la sueltan para expresarse y ser la voz de ideas.
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