FRANCIA BAUTISTA
Desde inicio de campaña, el presidente Andrés Manuel López Obrador nos vendió la idea de la cuarta transformación para un mayor crecimiento del país. ¿Qué es la cuarta transformación? Es el cambio de una sociedad, para el gobierno es el cambio en los abusos y privilegios que existen en él. A lo largo de la historia han existido tres transformaciones: la Guerra de Independencia, la Reforma y la Revolución, todas ellas pretendieron que el cambio viniera desde abajo porque es la sociedad quien lo hace. A diferencia de estos hechos históricos, AMLO quiere generar el cambio de manera pacífica.
Sin embargo, ha demostrado que su política tiene varias fallas y al querer empezar con esto, está retrocediendo sin darse cuenta que las problemáticas del presente nos afectarán en el futuro. Un error reciente y muy marcado por varias figuras públicas fue la famosa carta mandada a España para que se disculparán por los daños causados por la Conquista. Al mismo tiempo, los medios le prestan atención al libro de su esposa llamado “La memoria artificial en la historia verdadera de la Conquista de la Nueva España de Bernal Díaz del Castillo”. Varios lo calificaron como una “caja china” para desviar la atención de las personas por la crisis que se vive en el país. Siendo honestos, el presidente no ha dejado de estar en campaña, se ha mostrado egocentrista al no aceptar críticas del pueblo mexicano. Por ejemplo, en la inauguración del estadio del equipo de béisbol “Diablos Rojos” olvidó por completo que él no debe ser el centro de atención en cada lugar donde se presenta. Esto se debe a que en dicho evento nos recordó sus famosas palabras sobre la “mafia del poder”; debido a esto fue abucheado, a lo que él aseguró que quien lo abucheaba era la porra fifí.
En su gira por el estado de Veracruz nos dejó muchas cosas atoradas en la garganta. Vivimos una violencia que sólo va en incremento, los empresarios están emigrando a otros estados, en la capital las personas abandonan sus negocios por la inseguridad, todos los días hay manifestaciones enfrente al Palacio Municipal y de la Catedral. Dentro de estas manifestaciones las exigencias siempre son similares: “abuso de poder”, “falta de recursos”, etc… Pero, dónde más nos pone a pensar es en sus discursos matutinos, el pasado sábado, en una analogía, calificó a las personas de bajos recursos como animalitos:
“La justicia es atender a la gente humilde, a la gente pobre. Esa es la función del Gobierno, hasta a los animalitos que tienen sentimientos, ya está demostrado, ni modo que se le diga a una mascota ‘a ver, vete a buscar alimento’.
Las críticas llovieron, pero lo alarmante es que la pobreza no se erradica con complacencia y sin educación. Nuestro pueblo necesita que se empiece desde abajo con las necesidades que realmente son prioridades, no sólo con planes de gobierno. Existe una reducción salarial, pero al mismo tiempo existe un compadrazgo y nepotismo en todo el país que no se está erradicando. Las personas necesitamos igualdad, no marginación sólo porque no nos quejamos para esperar todo de la “mafia del poder”. Lamentablemente, pareciera que por el momento la cuarta transformación sólo existe en la imaginación del Presidente.
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