FRANCIA BAUTISTA
Cuántas veces no nos hemos sentido alagadas porque nos dicen que nos parecemos a algún personaje de la televisión, alguna estrella de Hollywood o de un TV show que nos encanta. En algún momento de nuestra adolescencia, imitamos la manera de ser de alguna chica que admirábamos o que nos gustaba su personaje. Si eras rebelde, a tu cantante de banda favorita, o una chica liberal que leíste en alguna noticia y seguiste sus pasos. Nuestra mente sólo deseaba encontrar una identidad igual a la suya o crear un personaje que nos hiciera diferentes a los demás pero igual al que veíamos en la pantalla. Las ideas aspiracionales ocurren en cualquiera de nosotros, pero para las mujeres es más notorio, por eso muchas marcas se hacen multimillonarias.
..."Ser mujer es difícil en muchos aspectos pero es aún más porque no sólo competimos por una igualdad de género sino que luchamos contra la misma rivalidad de las demás, por nuestros complejos de belleza."...
La belleza se entiende diferente para cada cultura y sobretodo para cada gusto, pero al ser jóvenes no entendemos eso. Muchas veces nos dicen que somos atractivas, pero no lo podemos creer o aceptar. Hemos crecido con una lluvia de imágenes que muestran a mujeres plásticas en un mundo feliz. Los medios de comunicación junto con todos los productos audiovisuales han reproducido estereotipos que se plantan en nuestro inconsciente, que con el paso del tiempo lo hemos normalizado de manera colectiva. Las historias que proyectan muestran a una mujer de manera pasiva, que siempre esta victimizada. Con el tiempo han cosificado al género femenino, plasmándose de una manera sexual y en ocasiones torpes.
Anteriormente sus papeles eran secundarios, siempre acompañando al protagonista masculino. En programas tenían menos diálogos, la expresión no existía para ellas. Hoy en día los papeles siguen siendo sobre la lucha de género. Pero debemos plantearnos bien si luchamos contra los hombres en todo o luchamos contra nosotros mismas. Ser mujer es difícil en muchos aspectos pero es aún más porque no sólo competimos por una igualdad de género sino que luchamos contra la misma rivalidad de las demás, por nuestros complejos de belleza.
La industria cultural nos bombardea y seguirá haciéndolo porque sabe que es algo rentable, las mujeres seguirán siendo representadas de manera sexual si nosotras nos seguimos comparando con una pantalla.
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