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La mujer y la inseguridad

FRANCIA BAUTISTA


Imagina salir a la calle y sentir que tu vida corre peligro, sentir que nunca volverás a casa, que nunca volverás a escuchar ese “cuídate mucho” de mamá o “no regreses tarde” de papá. Imagina ir a la escuela con tu jumper y sentir que tus calcetas no cubren lo suficiente como para tapar tus piernas, el suéter no es tan grande como para disimular el tamaño de tu busto. Tu mochila demasiado grande que puede notarse la laptop. Caminas deprisa para no hacer contacto visual con ningún extraño y que ellos imaginen que los invitas a coquetear o recibir algún piropo vulgar.


"La Secretaría de Gobierno (SEGOB) ha declarado una Alerta de Violencia de Género contra las mujeres en México. Veracruz se posiciona en primer lugar a nivel nacional;"...

No es necesario adentrarnos a la mente de una mujer para imaginarnos lo que pasa por ella cuando camina por la calle. La inseguridad se percibe en el aire, con cifras alarmantes en las noticias sobre feminicidios. Todos los días los periódicos encabezan notas con secuestros, violaciones, asaltos, agresiones, delincuencia organizada y en todos estos casos hay un feminicidio. México se está posicionando como uno de los países con más feminicidios a nivel mundial. Según estadísticas de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), una de cada tres mujeres sufre de violencia física o sexual en todo el mundo y, centrándonos, en el país, seis de cada diez mexicanas han sido víctimas de algún tipo de violencia a lo largo de su vida.


La Secretaría de Gobierno (SEGOB) ha declarado una Alerta de Violencia de Género contra las mujeres en México. Veracruz se posiciona en primer lugar a nivel nacional; Guerrero, Jalisco, Morelos y el Estado de México son los estados con más violencia. No podemos saber con precisión quiénes son los responsables de esta ola de violencia, pero sí tenemos la certeza de saber que nuestro gobierno sufre de muchas deficiencias, empezando por la corrupción interna de las instituciones encargadas de la seguridad pública. Le tenemos miedo a los policías que “según” son los que se encargan de cuidar nuestra seguridad. Es irónico vivir en un país democrático y tener miedo de vivir en él. Nosotros elegimos a nuestros gobernantes y ellos deberían velar por nuestro bienestar.


¿Cómo llegamos a vivir en una sociedad tan podrida que nos condena por ser mujeres? Pareciera que les da placer a las personas ver como una mujer es lastimada. Increíble que en nuestra formación las mujeres formen un papel fundamental, un claro ejemplo son las escuelas con más mujeres a cargo de nuestra educación. Esto no es cuestión de género o de ser más débiles, es cuestión de valores y formación. La imagen de una mujer no debe ser cosificada, ni mucho menos sexualizada, la imagen de una mujer debe ser tal y cual es; un ser humano, un ser vivo, que siente igual que todos, que piensa como cualquier ser humano y, lo más increíble, un ser que puede dar vida. Algo irónico, porque alguien puede darle vida a alguien que la quita.

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