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La realidad de la belleza.

JUAN CARLOS MATUS

El tema de la belleza provoca diversidad de opiniones en los individuos. Por un lado, hay quienes sostienen que la belleza es relativa, una cuestión de gustos personales; por el otro, están aquellos quienes aseguran que todas las cosas son bellas, independientemente de la percepción subjetiva que se tenga de dichas cosas. Este ensayo se enfoca en la reflexión sobre la segunda postura.


La Estética incluye la exposición de las formas en que se puede expresar lo bello, así como los juicios que se emiten al respecto y las experiencias que evoca la belleza. La Estética Filosófica será el marco en el que se desarrollará esta reflexión, pues ofrece las bases necesarias para buscar la universalidad de la belleza en todos los seres.


En la Filosofía clásica se hablaba de los trascendentales del ser (uno, bueno y bello), considerándose éstos como propiedades inherentes a todos los entes. Los trascendentales designan aspectos que le pertenecen al ente en cuanto tal y se siguen de su acto de ser, por lo mismo se atribuyen a todo ente que tenga el ser y no hay posibilidad de cambiarlos o eliminarlos, pues implicaría su total destrucción. Así, todas las cosas son entes que poseen el ser, el ser tiene unidad, bondad y belleza y, por lo tanto, todos los seres son bellos.


¿Ser bello no es una “manera de ser” así como algo es grande o pequeño? No. Las cualidades son resultado de la esencia específica de las cosas. Por ejemplo: un gorrión es un ave, pequeño, de un determinado color, etc. Estas son cualidades que se derivan de su naturaleza de gorrión. No se le puede pedir a la naturaleza del gorrión tener cuatro patas, pues sería cualquier otro animal cuadrúpedo, menos gorrión.


Estas y otras cualidades son denominadas predicamentos (diferentes de los trascendentales) y dimanan de la esencia específica de las cosas (no del ser) y sí expresan una manera particular de ser, tanto que, si se cambiara una de estas cualidades, implicaría un cambio en su naturaleza, pasando a ser algo totalmente distinto.


Por el contrario, los trascendentales designan aspectos que le pertenecen al ente en cuanto tal, se siguen del acto de ser y por eso pueden atribuirse a todo lo que de alguna manera es, no habiendo posibilidad ni siquiera de ser cambiados o quitados, pues implicaría, como se dijo anteriormente, la total destrucción del ser.


¿Cómo se puede descubrir esa belleza trascendental en todos los seres? El alma intelectiva puede conocer al ente dotado de ser en acto, pues el proceso de aprehensión parte de lo sensible y los datos que le proporciona el ente son procesados de manera que pueda ser comprendido. Por el contrario, los seres en potencia sólo pueden ser conocidos deductivamente, pues no gozan de perfección.


"La Filosofía ha descubierto que el ser posee propiedades universales, independientes de la aprehensión humana, siendo uno de estos la belleza junto con los demás trascendentales del ser."

El alma intelectiva también desea y apetece al ser ya que, al estar en acto, es perfecto según su naturaleza propia; el alma intelectiva apetece lo perfecto, lo acabado, lo que está en acto, no lo que está en potencia, lo cual tiene sentido ya que nadie desea una casa en potencia, sino una casa que esté en acto, es decir, acabada, terminada, habitable, perfecta según la naturaleza concebida por el diseñador y quien la habitará.


El intelecto tiene de suyo conocer y cuando conoce la plenitud de la perfección del ente en acto es cuando descubre lo bello, pues descubre la claridad, la armonía y la integridad propia del ser. Y así, se puede decir que todo ser que es acabado y perfecto, o sea que está en acto, es un ser bello. Inclusive, al llegar a conocer esa plenitud y perfección (ser en acto) aparece el placer. El ser se presenta como algo cuya contemplación agrada, aparece el disfrute que se da con la aprehensión del ser y que supera el deseo de poseerlo, pues lo bello, lo perfecto, lo sublime exige la contemplación, invita al descanso en su perfección.


¿A qué se debe el relativismo en la tarea de identificar la belleza? Puesto que el marco teórico en el que se ha desarrollado este ensayo es el de la Filosofía clásica, primero hay que decir que se debe a la falta de penetración del intelecto para descubrir la perfección del ser en cuanto está en acto. Esto sólo es posible por medio de la reflexión filosófica. Otro factor es que las capacidades intelectivas sólo se fijan en algunas cualidades del ente, sin llegar a descubrir la perfección del ser en acto y, en consecuencia, tampoco se descubre lo bello del ser.


La Filosofía ha descubierto que el ser posee propiedades universales, independientes de la aprehensión humana, siendo uno de estos la belleza junto con los demás trascendentales del ser. Se podría concluir que la belleza es el descubrimiento de aquello cuya contemplación agrada, la contemplación de la perfección actual del ser.

La Estética se encarga de exponer, entre otras cosas, algunas técnicas o formas de representar lo bello trascendental que radica en todos los seres. De esto resultan tantas formas de expresar lo bello como la inventiva humana lo permite. Siempre remitiendo a la realidad, ya sea como fuente de inspiración o como meta a dotar de significado.


La belleza en todos los seres existe, independientemente de la aprehensión humana. Tanto así, que los seres son accesibles al entendimiento y se puede descubrir la perfección del ser en acto conforme a su naturaleza específica, actualidad del ser en la que radica la belleza. La misión de la Estética es proponer formas, técnicas y criterios para concretar la noción abstracta de la belleza trascendental de los entes en realidades plásticas, de manera que todos podamos descubrir que lo bello radica en la perfección, en la armonía, claridad e integridad del ser en acto.


 

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