top of page
Buscar
vaterevista

La soledad, una nueva adicción

FRANCIA BAUTISTA


"Nos habíamos las vidas entregado

Para siempre, uno al otro, eternamente

Y he aquí que ahora nos las devolvemos,

Y tu vas a dejarme, y yo voy a dejarte,

Y pronto partiremos

Cada quien, con su nombre, por su lado"…


Paul Geraldy, Despedida

El amor es el sentimiento más grande y poderoso que los seres humanos podemos experimentar en nuestras vidas. Para muchos es una bendición, para otros es una maldición. Tardamos en darnos cuenta de que lo que sentimos es amor sin saber que éste puede durar sólo unos segundos y perderlo en un abrir cerrar de ojos. Desde pequeños comenzamos a experimentar este sentimiento, muchas veces hacia algo insignificante como un peluche. Dicho sentimiento va creciendo con nosotros y moldeándose según nuestras vivencias.


"Puede la soledad ser una de las adicciones más grandes hoy en día que nos van alejando poco a poco de evolucionar y crecer como personas o sociedad. El amor no es algo que nos encarcela, es algo que nos libera de nuestra propia mente"...

Cada uno de nosotros amamos diferente y lo demostramos de diversas maneras, algunos con cartas, otros con rosas. Sin embargo, nuestra manera de interpretar este sentimiento llega a confundirnos y a no saber cómo expresarlo porque es el sentimiento más grande, pero más complejo del humano. La dificultad de expresarlo nos lleva a permanecer solos por mucho tiempo, marginándonos de experiencias en pareja. La misma presión social nos hace pensar que necesitamos compartir la vida con alguien, pero qué pasa si no existe un alguien para nosotros o ese alguien aún no ha llegado, ¿qué hacemos con nuestra vida y nuestra soledad?


Paul Geraldy hace una reflexión en su poema “Despedida” de cómo una persona puede llegar a amar tanto su soledad, que le da temor perderla. Estamos en la era de solos, dónde el amor se da a medias. Se ha desvalorizado tanto el amor que la sociedad ha llegado a creer que está mal enamorarse en esta época. La soledad ha sido el refugio de una vida sin tiempo para amar, importa más amar un celular caro que a una persona. Nos hemos acobardado buscando llenar un vacío a través de objetos. En mi opinión es algo entendible, dejar ir a una persona es lo más doloroso que un corazón puede sufrir o peor aún no sentir nada por alguien y que nadie te haga sentir amado es estar muerto en vida. Porque después de amar tanto sólo queda la muerte de la cual pocos logran renacer y seguir viviendo.


Puede la soledad ser una de las adicciones más grandes hoy en día que nos van alejando poco a poco de evolucionar y crecer como personas o sociedad. El amor no es algo que nos encarcela, es algo que nos libera de nuestra propia mente. Una pareja debe ir más allá de cualquier persona idealizada que lleguemos a crear en algún momento, debe ser alguien que nunca habíamos imaginado que pudiera existir y nos haga olvidarnos que el dolor o el vacío existen.

61 visualizaciones0 comentarios

Entradas Recientes

Ver todo

Comments


bottom of page