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Las caracteristicas del Teatro del Absurdo en La cantante calva

DISA VILLADA


La dignidad del hombre consiste en su habilidad para encarnar

la realidad en todo su sinsentido […] y reírse de ella.

Martín Esslin


Para comenzar, la finalidad de este ensayo es enlistar algunos rasgos del Teatro del Absurdo y ejemplificarlos en la obra de Ionesco La cantante calva. Mi mirada se enfoca en encontrar las características que señalan algunos teóricos y, entre líneas, explicar el sentido de usar dichos recursos literarios.

​En el Teatro del Absurdo, al igual que en el existencialismo, se pone en boga el propósito de la vida al momento de focalizar en la condición en la cual nos encontramos inmersos, pienso que es por ello que cualquier acto, o incluso el mismo lenguaje, pueden ser torcidos y tratados sin el aparente rigor que en un plano cotidiano deberían tener; si somos temporales y Dios ha quedado fuera de la ecuación, ¿por qué tendríamos algún objetivo, alguna finalidad? Bueno, el Teatro del Absurdo no contesta esa pregunta, pero logra funcionar dichas preguntas con el código que utiliza –el fondo con la forma– y le otorga una visión a lo absurdo sobre la existencia totalmente contraria a una depresión o tristeza, pues elige métodos que nos conducen a ser conscientes de ello y, sin embargo, superarlo.


​No creo que exista un mejor procedimiento para sobrepasar lo absurdo de nuestra vida que riéndonos de ello. “Pareciera ser que el mundo no puede tomarse en serio; es una gran bufonada en la que lo terrible resulta extravagante y gracioso” nos dice la doctora Claudia Gidi. Por lo que es un pilar fundamental que separa y caracteriza este teatro de algunos otros que manejan los mismos temas, pero de diferente proceder.


​ Es importante señalar que no es una risa que permite sentimentalismo o complacencia, como Ionesco apunta, porque el punto es presentar una realidad tajante y sin remedio. Tampoco permite una identificación personal con algún personaje y es por ello que una estrategia estilística como el no personificar, dar rasgos que diferencien a cada actante o que uno pueda tomar el lugar del otro:

El señor y la señora MARTIN están sentados como los SMITH al comienzo de la obra. Ésta vuelve a empezar esta vez con los MARTIN, que dicen exactamente lo mismo que los SMITH en la primera escena, mientras se cierra lentamente el telón.


Ayuda a la concepción de un teatro de situaciones, en donde, como dice Esslin, no se interesa en dar información, narrar o presentar el destino y problemas de los personajes, simplemente presenta su situación individual básica en un patrón concreto. Ellos no son comprensibles en la mayoría de la obra, sus actos son cómicos pero inexplicables y genera una prevención contra la identificación.


​Otra propiedad es la devaluación del lenguaje, a pesar de su importancia como principal medio entre la obra y el espectador, el dramaturgo deja en claro su desintegración, lo que ocurre en la escena casi siempre contradice el diálogo: “El bombero: […] Estoy dispuesto a quitarme el casco, pero no tengo tiempo para sentarme. (Se sienta sin quitarse el casco.)”. Incluso, al finalizar La cantante calva una vez que se ha expuesto la idea, se ha dejado nítido el despropósito y la intención, el lenguaje explota hasta ser totalmente incomprensible. De ahí la noción de pertenencia a un movimiento anti-literario.


​El Teatro del Absurdo, no expone soluciones ni pretende dar lecciones morales, se limita a provocar en el espectador preguntas. ¿Qué está pasando aquí? Se ha renunciado a explicar el sinsentido en que vive el hombre y sólo presenta imágenes que lo representan: acciones carentes de motivación.


​Esslin enuncia cinco peculiaridades de este teatro, mas, sólo retomaré cuatro pues éstas se hallan en la obra que presento: 1) las obras del Absurdo no tienen historia o argumento que referirnos. Rasgo que encontramos en La cantante calva ¿cuál es la anécdota? Un matrimonio se encuentra en su casa, llegan visitas, platican sin lógica alguna; no hay argumentos en sí, lo importante no es qué pasa, sino cómo pasa. 2) Se hallan desprovistas de motivaciones y personajes reconocibles, presentan ante el público muñecos mecánicos. Como mencione anteriormente, los actantes no están perfilados, no tienen peculiaridades. 3) Carecen de temas expuestos y solucionados, escasean de principio y final. Podemos observar que el texto empieza como termina y vuelve a comenzar remplazando el rol de los primeros por los segundos (Smith, Martin).


​Para hablar del cuarto, me gustaría presentar algunos ejemplos; en el Absurdo, los diálogos y réplicas no tienen coherencia. Aunque, pienso, son muy brillantes fuera de la diégesis debido a que no son comunes en el habla cotidiana: “La regla es mermelada mañana y ayer, pero nunca hoy” dice el Sombrero Loco de Alicia en el país de las maravillas, y si bien no pertenece a un discurso teatral, ése y otros diálogos de Lewis Carroll son ilógicos, pero a la vez, se necesita ser muy ágil como escritor para lograrlos.


​En La cantante calva nos topamos con diálogos como: “Sra. Smith: ¿Y cuándo no hay competencia?/ Sr. Smith: Los martes, jueves y martes./ Sra. Smith: ¿Tres días por semana? ¿Y qué hace Bobby Watson durante ese tiempo?”. Uno como espectador sabe perfectamente que es disparatado lo que se expone en esa parte, y, para volverlo más descabellado aún, nos hallamos con que la cantante calva, que esperaríamos fuera protagonista cuando tan solo es pobremente mencionada: “Sigue peinándose de la misma manera”.


​Otro elemento que no toca Esslin pero Gidi sí, es que se ubica en un plano llamado Anti-teatro por contradecir las convenciones clásicas: “Por lo demás, la escena completa parece una parodia burlesca de la anagnórisis aristotélica, […] el reconocimiento ha sido un momento significativo en la trama de las obras dramáticas”. En la configuración de la escena IV, dónde ocurre éste fenómeno, Ionesco va entrelazando, de manera exagerada, un sinfín de coincidencias que llevan a los Martin a lo que pareciera una anagnórisis, pero en la siguiente escena, Alicia, un personaje secundario, lo desmiente y hasta osa decir que es Sherlock Holmes a la par que, indirectamente, se mofa de tal principio aristotélico.


​Y bien, hasta aquí he mencionado las características principales del Teatro del Absurdo, sin embargo, siempre existirán singularidades que no podrán ser atrapadas en la rigurosa red teórica, porque la conmoción en que me dejó leer Esperando a Godot sobrepasa cualquier categorización y lo único que puedo hacer para acercarme a entender ese sabor de boca, es comprender las particularidades del Absurdo.


​En conclusión, el Teatro del Absurdo está ligado a darse cuenta del sinsentido de la condición humana, no es casualidad que surgiera a partir de la Segunda Guerra Mundial, y además enlazar esa concepción, mediante los procedimientos ya mencionados, a la carcajada. Dicho puente es la genialidad y la gran aportación que La cantante calva estrenó al considerarse, oficialmente, el arranque de tal género en 1950.


 

Bibliografía


• Esslin, M.. (1966). El teatro del absurdo. Barcelona: Seix Barral.

• Gidi, C.. (2012). Juegos de absurdo y risa en el drama. México, D.F.: Ediciones Sin Nombre S.A. de C. V..

• Ionesco, E.. (1964). La cantante calva. Buenos Aires: Losada S. A..

• Padilla Hernández, G.. (2012, diciembre). El sentido del sinsentido. mayo, 12, 2015, de Replicante Sitio web: revistareplicante.com/el-sentido-del-sinsentido/

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